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DOCUMENTOS

Educar y cuidar a tu cachorro Golden Retriever

Todos los perros, descienden del lobo, están estrechamente emparentados con él, es decir comparten su genética en un gran porcentaje, no obstante hay que decir, que cualquier perro, de los que habitan en la tierra hoy día se comportan de una forma más compleja que un lobo. Darwin decía que la evolución avanzaba siempre de lo más simple a lo más complejo, cada nueva especie estaba más desarrollada que aquella a la que reemplazaba.

Con esta introducción, quiero precisar que el cachorro de perro, que tenéis en casa, no es ni más ni menos, que una especie de "Canis", el Canis Familiaris que desciende de otra... el Canis Lupus y que por mucho que lo querías, nunca será, ni pensará, ni tendrá sentimientos de persona, sino, de perro con un alto componente genético de lobo. Es decir, para acercarnos al pensamiento de nuestro perro, nos será más fácil, comprender a un lobo y pensar como tal, que humanizar al cachorro y creer que piensa o actúa como como una persona. A partir de ahí, estableceremos una buena relación con nuestro nuevo compañero de piso, el perro

En general, la relación que mantenemos en la actualidad con el perro, es de mutualismo o beneficio mutuo.... siempre fue así. Pero en general, nos reporta algún tipo de beneficio tener a un perro: nos ayudará en determinadas tareas, como pueden ser la caza, tirar de un trineo o simplemente hacernos compañía, etc... El perro a su vez, también se beneficia de tenernos de compañero de viaje, obteniendo acceso seguro a los recursos para sobrevivir o procrear tranquilamente sin que su vida peligre frente a predadores, etc.

Pues bien, del perro de compañía y más concretamente, de la llegada de un cachorro a nuestra casa, es en lo que se va a profundizar en este artículo. La introducción expuesta es para que os deis cuenta que un cachorro es muy tierno y se da muy fácilmente a la humanización excesiva, a la sobreprotección, etc..., pero más adelante dejará de ser cachorro, convirtiéndose en un pariente cercano al lobo, en el que probablemente se mostrarán los efectos de esa humanización en su etapa infantil dando lugar en muchos casos a múltiples problemas de comportamiento.

En casa


Para que el perro identifique el que va a ser su sitio dentro del nuevo hogar, hay que llevarlo allí, enseñarle cu cama, el recipiente de agua y el de comida y dejarle en éste sitio al principio durante periodos cortos, que aumentaremos progresivamente. Quizás empiece a llorar y a suplicar que estemos con él y lo saquemos de ahí,... jamás! deberemos hacerlo mientras mantenga esta actitud, si lo hacemos, sin darnos cuenta le habremos enseñado que llorando le abrimos o le prestamos atención. Los animales y el perro entre ellos, aprenden por asociaciones, el perro en este caso asocia que llorando se le hace caso, así que, cada vez que quiera salir llorará y ladrará para que lo saques.

  • Para que esté más relajado, en su nuevo cubil, una buena opción, es una cuna de perro y ponerle encima un trapito o manta nuestra, la típica manta vieja que tenemos en casa, como tiene nuestro olor, el perro irá identificándonos como su nueva familia. Se sentirá más tranquilo, porque, si estuviera con su madre le arroparía con su cuerpo, si no le ponemos, ni siquiera un trapito, estará más inquieto y buscará un nuevo cubil donde resguardarse.

  • Si le compramos o le construimos nosotros una caseta, tendremos en cuenta, el tamaño que tendrá el perro, cuando sea adulto. Pero, no la haremos, demasiado amplia, puesto que no se meterá, si es muy amplia, no estará cómodo. El perro piensa que al dormir pueden entrar depredadores y atacarle, entonces preferirá un hogar más pequeño para controlar al "enemigo".

  • Una correa y un collar, para ir acostumbrándolo a salir a pasear con correa.

  •   Juguetes variados, es aconsejable los que no sean de trapo. Si el perro, de cachorro muerde ositos de peluche, más adelante podría romper otros enseres de la casa de materiales similares.

  • Procuraremos que el entorno sea seguro, es decir, quitaremos de en medio objetos que puedan ser peligrosos, ya que si el cachorro los coge para jugar los mordisqueará, romperá alguna pieza y al final se lo puede tragar o electrocutarse, etc…

  • Es aconsejable poner protección para impedirle el paso a zonas de riesgo como la zona de la piscina.

Debe husmear toda la casa para que conozca su territorio. Debemos controlarlo y si detectamos que tiene ganas de orinar o defecar hay que llevarlo al lugar que queremos que deposite o sacarlo a la calle.

Hay que elegirle un nombre, para que se identifique con él y podamos captar su atención, debe ser corto y que al oírlo, lo recuerde con facilidad. Si le buscamos un nombre que lo asocie con otra palabra, lo confundiremos y le costará más aprenderlo.

A la hora de jugar, en principio podemos optar por jugar en casa, en un ambiente de confianza. Procuraremos no estar en posición erguida, es mejor estar sentado o tumbado en el suelo. La Neotenia es un fenómeno en el que se describe como el perro mantiene actitudes juguetonas de cachorro a lo largo de toda su vida.

Reglas elementales en el juego con nuestro perro:

  • El dueño del perro determinará el comienzo y final de juego

  • El dueño del perro, establecerá las reglas del juego.

  • El perro no debe morder fuerte nunca.

  • No puede llegar a gruñir hasta el punto de entrar en defensa.

 

De vez en cuando, los perros especialmente, los cachorros, muerden sobretodo la mano. En estos casos, hay que controlar decididamente e inhibir la mordedura.

 

Su educación

¿Por qué tenemos que adiestrar a nuestros perros?

Adiestrar a nuestros perros es como escolarizar a nuestros hijos, una obligación que tenemos, es decir; el perro ha de estar educado, porque vivimos en sociedad, con normas que tenemos que cumplir. Al igual que no podemos salir a la calle con una pistola dando tiros, no podemos ir con un perro salvaje, que pueda tirar a alguien, o morder... Un perro que no hace caso a su dueño puede resultar igual de peligroso que un arma.

Hay que hacer un inciso, para poder distinguir lo que es adiestrar y lo que es educar. Parecen lo mismo, pero no es así, aunque ambos están encaminados a mejorar el comportamiento de nuestro perro.

  • Adiestramiento, es un proceso por el cual canalizamos las capacidades innatas del perro, para la consecución de un objetivo más o menos complejo. Es más estricto en la precisión de la ejecución de los ejercicios.

  • Educación, es implantar en la mente de nuestro perro, una serie de parámetro de conducta amplios y de ejecución poco precisa, pero necesaria. Cuando educamos, se es más permisivo con el perro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ejemplo: 

Adiestrando a un perro: Si queremos que se tumbe, le diremos SUELO! y se ha de tumbar sin dar vueltas o dudar.

Educado, se le dice para que se tumbe échate!.... y el perrillo, da una vuelta o dos, se lo piensa y se tumba. Ha realizado el ejercicio de tumbarse, pero con menos precisión.

Para educar a un cachorro es necesario comprenderlo, "no hay que castigarlo", no razona tan rápidamente como nosotros, con hacerle entender las cosas es suficiente y esto se logra repitiendo la orden de la misma forma todos los días, con la misma palabra y el mismo gesto. No es necesario hacer un discurso, con pocas palabras es suficiente. 


Lo más importantes es tener MUCHA PACIENCIA, dedicación y constancia. 

Estas son algunas de las reglas básicas, al comenzar el entrenamiento:

- la voz debe ser suave y agradable a la hora de premiarlo.

- Las clases cortitas, entre unos 5 a 20 minutos. Dejaremos entre clase y clase un intervalo de tiempo (horas o incluso días).

- Los premios han de ser contingentes con la respuesta, si se demora el premio le costará asociar que lo estamos premiando por realizar esa conducta.


- Recordad que el perro es un animal que aprende por asociaciones, así que lo que a nosotros nos parece una gracia cuando es cachorro, puede ser un desastre cuando sea más mayor. En este sentido, si por ejemplo de cachorro lo dejamos algunas veces que se suba al sillón sin regañarlo, y más adelante pretendemos que no lo haga, él lo intentará insistentemente durante mucho tiempo. Es decir, cuando hace algo y le gusta, le va bien, y nosotros lo hemos aprobado, aunque sólo haya sido ocasionalmente, él lo repetirá, porque sabe que en ocasiones esa conducta se ha permitido e incluso premiado. Si hace algo y le reprimimos siempre, tenderá a no volver a hacerlo más, puesto que las conductas con éxito tienden a repetirse y las conductas que fracasan se extinguen.

Nunca pegaremos al cachorro (seremos pacientes) los perros, aprenden día a día, dependiendo del tiempo dedicado y la constancia en el entrenamiento.

Con paciencia dedicaremos un ratito todos los días e irá aprendiendo fácilmente. Si utilizamos el castigo de forma inadecuada para enseñar a un cachorro, puede mostrarse miedoso con nosotros.


Cuando desobedezca, rompa cosas, etc…,  le daremos la orden de NO alzando el tono de voz y finalizaremos la conducta indeseada, ha de ser un no contundente.


Cuando obedezca lo premiaremos con:

  • Alabanzas

  • Caricias

  • Comida

  • Juego, etc…

Para determinar el carácter que tendrá nuestro cachorro cuando sea adulto influirá y mucho, el trato que reciba el cachorro. Si el cachorro, vive en un entorno con mucho ruido tendremos un perro más nervioso de lo normal, por el contrario si respetamos su hora de dormir, si mantenemos armonía en casa, el perro estará más tranquilo. En este periodo de su vida, necesitan comer, jugar, dormir y mucho cariño, pero recordad.... sin humanizar!!

Fuente: César Guzmán y Eva León 

Educando a un cachorro de Golden Retriever
Adiestrando a un cachorro de Golden Retiever
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